“Dios es amor” (1 Juan 4:5) y el amor de Dios no es simplemente uno de sus atributos, sino su misma naturaleza. El Señor no simplemente ama, Él es el Amor mismo, y es movido por el para darse libre y desinteresadamente a otros para su beneficio o bienestar. Esto es lo que podemos ver en el pasaje de (Juan 3:16; Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna). El amor de Dios nos muestra que él actuó para buscar el bienestar de un mundo caído. Su amor es descrito en la expresión “que ha dado a su Hijo Unigénito” para que todo el que crea no se pierda y tenga vida eterna.
De esto, podemos decir que su amor no es un sentimiento u emoción, sino un acto de su voluntad, donde Él es movido a mostrar bien, bondad y misericordia al mundo. Dios no ama porque encuentre algo digno de amar en la creación, o porque su creación lo merezca. Su amor no es movido por algo externo a Él mismo. Es de este modo que Él escogió a un pueblo para si, aunque este no tenía nada extraordinario (Deut 7:7-8). La razón de su elección fue precisamente que el Señor los amó. Así mismo se dice de Jacob (Rom 9:13 Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí.) Jacob no era mejor que su hermano Esaú, con solo leer un poco acerca de su vida quedará en evidencia que no era un hombre bueno. Sin embargo, fue amado, Dios quiso mostrarse a Él y hacerlo un objeto de su amor.
Veamos algunas afirmaciones del amor de Dios:
El amor de Dios es eterno(Jeremías 31:3)
El amor de Dios no cambia (Juan 13:1)
Su amor es soberano (Rom 9:13-20)
Su amor es activo, no pasivo (Juan 3:16 – Rom 5:8)
Él nos amó primero (1 Juan 4:19)
Su amor nos da seguridad (Rom 8:35-39)
Fuimos escogidos en su amor para ser sus Hijos en Cristo (Efe 1:4-5, 2Tim 1:9)
Su amor es Grande (1 Juan 3:1)
Por amor El Señor borra nuestras rebeliones (Isa 43:25)
La demostración más grande de amor puro y verdadero esta ahí en la cruz, donde el perfecto amado hijo de Dios se entregó para morir en nuestro lugar. Ahora sabemos y podemos tener la seguridad de que no solo podemos conocer el amor de Dios, sino experimentarlo por medio de Jesucristo. (1 Juan 4:9 En esto Dios nos demostró su amor: en que envió a su único Hijo al mundo para que tuviéramos vida por medio de él.) Ahora Él nos manda a creer en Jesús, el Mesías prometido, y renunciando a nuestros pecados rendirnos a él.
Su amor es descrito en la expresión “que ha dado a su Hijo Unigénito” para que todo el que crea no se pierda y tenga vida eterna.
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