¿Por qué quiero que pase pronto esta Epidemia?

Creo que todos estamos deseando que este virus desaparezca lo antes posible. Quizá seres queridos, familiares, amigos o familiares de seres queridos y amigos estén sufriendo la pérdida o la enfermedad de muchos a causa de este virus; nuestras oraciones deben de ser para cada una de las personas que están sufriendo en estos tiempos.

Habiendo dicho esto, creo que la reflexión que debe de haber en el pueblo de Dios debe de ser profunda en este tiempo, en donde ha muchos nos ha tocado pasar en casa por largas horas y quizás como nunca antes lo habíamos hecho, debemos de pensar acerca de la voluntad de Dios para cada uno de nosotros en medio de este virus que nos amenaza a todos; y que al mismo tiempo, Dios nos esta mostrando a cada uno de nosotros, a cada ser humano lo débiles que somos.

Vean lo que dice el Salmista en Salmos 40:8 El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón. (RVR60)

Si bien es cierto que la preocupación y la incertidumbre reinan en todo el mundo en estos momentos, nosotros los discípulos de Cristo debemos de ser la diferencia. Nuestro corazón y nuestros pensamientos deben de ser movidos a buscar el hacer la voluntad de Dios aun en estos tiempos de sufrimiento, de incertidumbre. 

Lo que nos debe de mover a hacer la voluntad de Dios es nuestro amor por El, por su favor inmerecido hacia nosotros, por amor a su Palabra, por amor a nuestro glorioso Señor y Salvador Jesucristo.

Pareciera ser que no podemos hacer casi nada… pero eso no es cierto, hay más tiempo para interesarnos por nuestros hermanos, para interesarnos por aquellos contactos que tenemos que no conocen del Señor y aprovechar el tiempo para compartirles el Evangelio a través de los medios que tenemos. Tenemos más tiempo para trabajar en casa, en nuestros rincones de oración y de estudio de la Palabra.

Tenemos un buen tiempo para prepararnos y equiparnos para que cuando volvamos a tener una vida social normal, cumplamos con el propósito de Dios y estemos más conscientes de lo que significa el hacer la voluntad de Dios, e ir allá afuera y predicarle al mundo que en Cristo hay perdón y vida eterna.